Furniture con pedigrí

Todo empezó hace unas weeks, cuando a unos pringadillos spanish les tocó cambiarse de house (que no de lovely villa de residencia). Las circunstancias hicieron que la nueva vivienda fuera un pisito de tamaño reducido acogedor en el fucking center de la villa en cuestión. En próximas entradas (no, aunque lo parezca el blog no se ha terminado aún) os contaré más detalles del nuevo alojamiento, pero por ahora puedo avanzar que me referiré a él como PSMdM (Pisito Sin Moqueta de Mierda).

El caso es que el PSMdM vino de serie sin moqueta pero también sin muebles, lo que supuso que sus nuevos habitantes (los spanish éstos de los que os hablaba antes) se pusieran manos a la obra a buscar/comprar/pedir-prestados muebles decentes con los que co-existir. Ya os había avanzado que en Britishlandia se estila mucho el market de segunda mano, de tal forma que páginas como la de Gumtree tienen mucho éxito a base de vender desde ruedas de coche hasta boñigas zurullitos-de-caquita para hacer abono.

Precisamente en esta página fue donde los spanish éstos encontraron un sofá que les llamó la atención. No sólo por su precio asequible (90 libras) sino también por su apariencia cuqui y el british style que demostraban cojines monos que le acompañaban (ver foto anterior). El caso es que la compra se cerró rápidamente, al tener lugar la siguiente conversación (vía sms, ya que en Britishlandia el Whatsapp se estila aún menos que las persianas y las duchas diarias): 

- "Hola, he visto un anuncio y estoy interesada en su sofá. Aceptaría 70 libras?. Saludos"

- "Hola. Venga vale, lo dejamos en 60 libras"

Tras unos instantes de confusión, opté (vale, los prins spanish de los que hablaba somos nosotros) por salir de dudas (quién sabe, igual se le había ido el dedo a la señora y quería poner 80) respondiendo:  "Vale, 60. Cerramos el trato por 60 libras. Si te parece bien el sábado vamos a buscarlo y te damos las 60 libras en mano.", a lo que la british respondió algo así como "OK, nos vemos el Saturday". ¡Vivan las negociaciones sin sentido!

Pues nada, el saturday en cuestión llegó y allí nos plantamos con una furgo alquilada y nuestras mejores galas-de-mudanza (mítico chándal de los sundays) en la dirección que nos había dado la dueña del sofá/experta-en-regateos-y-negociaciones. El caso es que a medida que el GPS reducía la distancia hasta destino, más percibíamos que estábamos en un sitio pijo-que-te-cagas distinto. Nos adelantaron varios Ferraris, pasamos por clubs de golf extra-pijos y las señales de tráfico indicaban que nos estábamos acercando nada más y nada menos que a la meca del pijismo-con-pamela de la zona: el hipódromo de Ascot!!

Así fue como descubrimos, sin más, la procedencia aristocrática de nuestro futuro sofá. Y es que la casa donde lo recogimos era una mansión casa gigante victoriana rodeada de un cuidado garden (lleno de coches de luxe) con vistas directas a las carreras de caballos de Ascot. Mi gran error fue no sacarle una foto, pero vamos, seguro que me la encuentro en la revista Hello un día de estos. Eso sí, en la siguiente foto podéis apreciar mi look de mudanza con el hipódromo al fondo (no sé ve mucho, lo sé, pero como no llevaba puesta mi pamela-de-mudanza no me dejaron entrar).

El caso es que no pudimos cotillear mucho porque la dueña/experta-en-regateos-y-negociaciones se había preocupado de que el sofá estuviera ya esperándonos en el jardín. No fuera a ser que le ensuciáramos el felpudo o algo. Así que tras una rápida transacción de 60 libras se despidió del sofá y de los prins-con-pinta-rara que no paraban de mirar pa todos lados (uséase nosotros)

Media hora después (sisi, vivimos a media hora en furgo de la meca del pijismo) depositábamos al nuevo inquilino en el PSMdM. Y claro, yo todavía no le he preguntado qué le ha parecido el cambio de ambiente, pero estoy convencida de que mira por encima del hombro a sus nuevos compis de salón, casi todos proletarios de la rama IKEA. En su defensa hay que decir que es cómodo y que se nota que tiene pedigrí, ya que nada más depositarlo en el salón, con toda la house aún llena de cajas de cartón, un olor a rosas invadió el ambiente. Auténticas rouses de Ascot!!