Dejando de ser homeless (parte 1)

Hoy ha sido mi primer día en Maidenhead, mi futuro pueblo villa de residencia. Probablemente en futuras entradas os cuente cositas del pueblo, así que de momento sólo avanzo que viene siendo algo así como Las Rozas de Londres y os enseño el cartel de bienvenida que me recibió esta mañana.

El caso es que más que visitar el pueblo, hoy me he dedicado a correr de un lado para otro para no llegar tarde a las citas que había concertado previamente para visitar pisos en alquiler. Todas ellas (menos una excepción) fueron con agentes inmobiliarios, ya que por alguna extraña razón en este país es muy extraño que sean los propios particulares los que se encarguen de poner el piso en alquiler. También es cierto que las inmobiliarias de aquí cobran al mucho menos que en España (si al final te quedas el piso tienes que pagar a la agencia unas 200 libras).

En cuanto a los pisos, he visto un poco de todo. Desde antros con olor a piscina y lavadora comunal en las escaleras de acceso al edificio hasta casas victorianas con olor a museo (no sé porqué pero casi todas tenían un olor más que peculiar). También visité una casa que no es que fuera poco moderna, sino que en la fachada había una plaquita que decía que era de 1842! No estaba mal del todo (ver foto), pero digamos que tampoco era mi tipo.

Al final, me gustaron dos casitas. Una en el centro y otra más en las afueras. Las dos muy british. Ésta última no tiene muchas fotos en el anuncio, pero considero relevante enseñaros la nevera, que tiene una tele incorporada!!

Por cierto en una de las casas vive ahora una señora peruana majísima que me dijo que el pueblo está lleno de españoles. Por supuesto intercambiamos tarjetas :-). Ya os contaré.

Una vez vistos los pisos, para intentar hacer más fácil la decisión, decidí acercarme con calma por las distintas zonas (ahora que me he hecho a lo de conducir por la izquierda no hay quien me pare) e intentar sacarle información a los actuales inquilinos. Así tuvo lugar una conversación graciosa (imaginárselaeninglish).

B: Hola, estuve aquí esta mañana visitando esta casa, quería preguntarte qué tal son tus vecinos.
Chico: No los conozco.
B: Ah, pero son ruidosos?
Chico: Sólo les he escuchado andar.
B: Pero son muchos, una familia quizás?
Chico: No sé, antes pusieron la tele
B: Y desde cuando estás en esta casa?
Chico (después de mirar el reloj): Desde las 9 de la mañana
B: (...) ups, entonces no vives aquí?
Chico: No, soy de la empresa de limpieza 

Por lo demás, tuve un ligero problemilla con el tema coche. Como llegaba tarde al siguiente piso a visitar decidí aparcar en el primer parking que vi (unodeestossubterráneodetodalavida) y salir a la carrera. Resultó que era un parking moderno de estos que no te dan ticket, sino que sacan una foto a tu matrícula y luego al volver les dices qué matrícula tienes y pagas. El caso es que de todo esto me di cuenta después. Yo aparqué, le saqué una foto al número de la plaza (unaqueseconoceyesprevenida) y corriendo a ver el piso. El problema vino después, cuando salí del piso y no conseguía acertar con las calles para hacer el camino de vuelta. Al no tener ticket...no tenía la dirección del parking...así que no me quedó otra que preguntar.

B: Hola, disculpe, me podrían ayudar?
Señoras: Sí claro,
B: Sabéis donde hay un parking que no da tickets por aquí cerca?
Señoras: (...)
B: Es que...he perdido mi coche.

Tras mucho repetir esta conversación con distintas personas encontré a un indio majísimo que conocía el parking y me indicó como llegar. Tardé un poco, pero eso sí, la gente a la que pregunté toda super maja y solidarizada con la causa.

Y nada, poco más os cuento por hoy. Como ya he dicho del pueblo os hablaré más adelante. Por ahora puedo decir que después de la saturación de pisos me vino muy bien encontrarme con un mercadillo de frutitas y verduras (muydelrollitodeSpain) a precios bastante decentes. Así que adivinar que ceno hoy!