Como ya
os he comentado, será dentro de un par de semanas cuando me mude
definitivamente al país del té-a-las-five. Mientras no llega el día, me toca ir
organizando la mudanza y demás temas logísticos. Por ejemplo, el fin de semana
pasado volví a Vigo (home sweet some) a comer marisco depositar allí mi
querido coche, que tan bien me ha transportado durante el último año. El motivo no es
otro que el que ya os os comentaba en entradas anteriores. En Inglaterra conducen
por el lado raro la izquierda, y aunque dicen que por poder puedes
conducir un coche europeo en la isla, a mi me da cosita (y a OTP más). Así que nada, fotico de despedida y ¡hasta siempre
tasis!.
Cambiando
de tema, estos días me ha tocado trabajar en Alemania y me he vuelto a
encontrar con un problema lingüístico (o más bien una tara personal) que ya
había experimentado en UK: ¿Por qué carallo es tan difícil deletrear en
inglés? Entre tanto trato con agencias y papeleos varios ya me ha pasado varias
veces que me piden deletrear mi nombre y mi apellido. Y claro, a pesar de que
lo hago con mucho cariño, parece ser que lo de convertir mi nombre en Begona
para evitar a toda costa la tan temida /ñ/ no es suficiente y siempre termino
siendo Bigonia Fuendes, Vigona Suentes y similares… Para muestra, aquí tenéis
lo que anotaron el otro día en un restaurante alemán tras deletrear mi apellido
en inglés al hacer una reserva. ¿A qué no suena mal lo de Lady Suindis?
El caso
es que esto no es la primera vez que me pasa (ya en tiempos de Viena era yo un poco cortita deletreando) así que empiezo a pensar que el problema es mío y no de
la persona al otro lado de la línea. Por ello, me he propuesto como PPN (Propósitos de País Nuevo, equivalentes a los de año nuevo pero vigentes cuando te cambias de país) aprender el alfabeto radiofónico para así poder hacerme
entender al deletrear en inglés. Por si no lo conocéis, se trata de un código
internacionalmente aceptado que suena algo así como Charlie en plena guerra (“Huston, aquí Alfa 584, tenemos un Golf en
el Rango 14, código Juliet”). De esta forma, para deletrear mi nombre tendría
que decir Bravo Echo Golf Oscar. Lo
sé, muy cool no es, pero cumple su función. Por cierto, teníais que verme/oírme
el otro día: “B as in Barcelona”, “E as in Europe”, “G as in Galicia”, “O as in
….as in…..Ourense?”. En fin, a saber lo que pensó el pobre british.
Y nada,
antes de despedirme por hoy y aprovechando que os escribo desde el avión, permitidme
que os enseñe la pijada modernidad extrema con la que me he encontrado
en el aeropuerto de Munich: Las Napcabs o cabinas-de-siesta para echar una
cabezadita en plena puerta de embarque!!! ¿A qué molan? Pues eso, si pasáis por
el aeropuerto de Munich sabéis que por el módico precio de 15€ la hora (o 10€
la hora si es entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana) podéis echaros una
siesta bien maja. Eso sí, el “consumo mínimo son 30€”.
3 comentarios:
Pues me parece una idea genial....voy a ver si me la ponen en el chollo y puedo descansar de tanto en tanto.
Por cierto, que tu "tasis" va estupendo...ya se ha hecho redondelano.
No, si lo de Vigona... Menos mal que no te dio por Teleca.
No lo había pensado, pero si te terminan cualquier frase con puntos suspensivos "..." quizá quieran reírse "eee"
Publicar un comentario
Cuéntame...