Village Lady cruzando la frontera

Siempre pensé que era un poco de pringaos de pueblo eso de transportar comida de un país a otro para comer siempre como-en-casa. Pero tengo que reconocer que en ésta mi última visita a la lovely Spain he aprovechado para llenar la despensa. Mierda, ¿me estoy convirtiendo en una lady de pueblo -village lady-?

El caso es que lo que he pasado de un lado a otro de la frontera esta vez han sido 5kg de polvillo...no, no me miréis raro, todo legal. Se trata del polvo marrón más preciado que tenemos en Spain, el Colacao! Por alguna extraña razón en éste mi country de residencia no se les da bien lo de preparar cacaos instantáneos, y en su lugar lo que venden son unos chocolates en polvo muy dulces con sabor a sirope...que no molan.

Así que nada, una vez decidido que iba a entrar en el selecto grupo de los españoles emigrados que cruzan la aduana cargados de productos de la tierra, me he visto obligada a completar el cargamento con unos choricitos de León, pan tostado (que no se por qué carallo narices aquí no les da por hacer pan tostado), alguna botellita de aceite y un rico queso de tetilla. Vamos, que éste era el aspecto de mi maleta tras 5 días en la capital española.

He tenido tentaciones de traerme alguna cosilla más, como por ejemplo un poco del radiante sun que ha hecho estos días en la capital...

...pero tengo que reconocer que esto no me ha salido mal del todo, ya que a día de hoy hemos podido inaugurar nuestra terraza british con -a falta de barbeque- el primer picnic typical spanish de la temporada. ¿Alguien se anima?